lunes, 23 de agosto de 2010

Abstinencia

Las noches sin drogas servían para trenzar la realidad con la visión, combinar colores intensos, meterlos en los sueños y despacito inyectarlos en mis venas, esperando que lleguen al corazón. Pero todo se va rápido, hasta esas inyecciones son efímeras, nada dura mucho tiempo.

Leí alguna vez: “Escribir al menos para eso, para eternizar algo pasajero”; Eso intento, eso he intentado todo el tiempo, pero es inútil, como estampar la nostalgia, no es tan simple como conseguir drogas o alcohol, no es tan simple desintoxicarte del dolor. Los sueños y las esperanzas se marchan rápido, son malas amistades, pero es horriblemente cierto todo esto que para no esperar nada, para ser un puto pesimista, debiste esperar demasiado de todo ¿Dónde están los sueños ahora? ¿Dónde? Quiero huir, quiero irme con ellos a alguna ciudad sin nombre, inventar un papel, hacer la parodia de alguien, creerme la eterna mentira. Eso quiero.
La existencia de algo siempre suele ser tan simple y a la vez tan problemática, eso es lo legal, pero por el otro lado esta lo fácil, sin dramas ni problemas, dulce y tentador, ser ilegal. Lo ilegal: “más entretenido y más barato” cantaba Fito Páez, cántale a eso, a mis inyecciones, hazme llorar, dime “la concha tu madre, la vida empezó” porque jamás oí el disparo de comienzo, yo me quede en la partida y me hice vieja “Tiempo” pink floyd, me quede en mi coma de “tiempo”, en mis drogas, malditos sean los dedos miserables Sabina, maldito sean los que le dan cuerda a mi reloj y no puedo, ya no puedo ir a recoger un poco de vida en las calles, pedir algo de beber para saciar mi sed. Y es mentira que el frío, el frío de la calle se quita con abrigo, hay fríos y fríos, este no se quita con nada, ni con calefacción.

martes, 10 de agosto de 2010

Polaroid


Nosotros que decíamos no creer en nada, que escupíamos al amor y al sentimiento, terminamos creyéndonoslo todo, que jugábamos a hacer daño con los cuchillos en los corazones rompiendo los botones de las camisas y de los pantalones sin importar quien ni dónde.

Las locuras de tú risa que jugaba a las escondidas, las palabras precisas, la mano fría, el cabello esponjoso, la pupila perdida. El sudor de mis dedos que resbalaban en tu espalda, la boca alargada que me gustaba dibujar, pintarla de poquito en poquito de los colores que nos gustaban imaginar.

Era foto polaroid, un coma de tiempo que duro un año, tal vez más y queda guardada como un maldito recuerdo. Y todo el tiempo que paso no fue nada más ni nada menos que el sonido del obturador.

¿Tú que buscas? ¿Yo que encuentro?

martes, 3 de agosto de 2010

jovencita de cartón

Conocía tus mentiras y tus juegos


Tus euforias en tus sueños de madrugada

Que juntabas caracoles para hacerte un castillo

Sobre dibujos en cartón


Conocía tus melancolías

Tus hambres, las canciones que repetías

Las marcas que solías tomar de ron

Tus amores y los símbolos de amor


Que acariciabas al viento

Aunque ni él fuera tu dueño

Bajo los cielos que pintabas

Con tiza y algodón


Buscabas a tu padre en cada esquina

Decías conocerte mejor que yo

Te chocabas con los postes, los enigmas

Que encontrabas en los besos sin amor


No podías con las calles solitarias

Pero te gustaba el callejón

Como los gatos en la lluvia te gritaban

¡Por favor quítame el dolor!


Te conocí un día de abril lejano

De esos que pesaban más que yo

Mentías al decir que no ocultabas

Algo más que, tu corazón.

domingo, 1 de agosto de 2010

una respuesta


Y es que yo no te busco, tú, que eres ola y solo vienes…


Y yo, pobre infeliz que no puedo ir a tu encuentro

SOLO estás ahí de pie, cosiéndome los labios

Para guardarme en tu silencio

Vendándome los ojos

Para no verte LLORAR

Rosándome los dedos sobre el viejo piano

Para crear una melodía, inventar una canción

Una letra dulce, pero siniestra

PORQUE TODO LO QUE HACE BIEN, TAMBIEN HACE MAL